Hoy te he imaginado subiéndote en mi autobús y he dejado mi mirada perdida recordando cuándo fue la última vez que te ví. Fue en el gimnasio ¿recuerdas? mi última clase allí, la última vez que veía a gente con la que había simpatizado y que decidí dejar de ver por no verte a ti.

Recuerdo que te dije que esperaras un momento al final de la clase. Cogí las llaves de tu casa y te las tendí a tu mano. Te pilló de sorpresa.

Te dije “adios” … sabedora de que era un adios y no un hasta luego y casi pude ver en tu cara un atisbo de perplejidad.

El autobús se ha puesto de nuevo en marcha y veo cómo te sientas en los asientos de delante. Ahora ya sólo veo tu espalda.

Sé que no me has visto….porque sé que si lo hubieras hecho habrías avanzado hasta mi con tu sonrisa de aquí no ha pasado nada y mi mirada te habría atravesado y las hubieras pasado muy malas…porque no estabas acostumbrado a mi frialdad a mi desden a mi “y a mi qué me importa”.

Sé que sólo eramos amigos

sé que sólo tenía tus llaves por si pasaba algo

sé que no vale la pena ni un pensamienro perdido contigo

Pero hoy no he podido evitarlo….

(Fuiste una realidad y doy gracias porque cosas así me hicieron ser lo que soy hoy y crecer)