Hay una “sentencia” de estas que todos usamos alguna vez que dice más o menos algo así como que “la familia no se elige”. Es obvio y evidente que es una gran verdad.
Como hija pequeña de una familia numerosa, hoy quiero recordar a esas personitas que entran en la familia de una porque se casan o contraen un compromiso fuerte de vida con un miembro de la familia. Son los que han acabado siendo mis cuñados y cuñadas.
Hoy simplemente y sabiendo que no van a leer esta entrada porque ya he dicho más de una vez que los míos (salvo una excepción) no leen este blog, bien, retomando, HOY especialmente quiero hacer mención a esas cuñadas y cuñados que tengo. Para mi lo importante es que desde el momento que entraron en la vida de mi herman@, lo hicieron en mi vida, y pasaron a ser para mi MUY importantes.
Si ellos son felices…harán felices a sus parejas y por tanto a mi.
Si son desgraciados…las cosas no irán bien y eso me afectará también.
Yo sólo sé una cosa…y es que en el fondo…LES QUIERO. Así sin más. Les quiero porque todos ellos entraron en mi vida desde hace muchos años y hay que reconocer que entrar en una familia numerosa y muy unida no debe de ser nada fácil.
Hoy mi recuerdo para esos que se volvieron FAMILIA MIA y a los que considero algo más que CUÑAD@S.
La familia lejos…y solo para casos imprescindibles, jejeje
Si no eliges a la tuya, como para encima tener que aguantar a la que es elegida por otros
jejeje
😉
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Eso de las familias es como el efecto dominó, si una se cae todas van cayendo después. Creo… Saludos
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es un recuerdo muy bonito, Winnie! gracias por compartirlo!
un besote muy muy fuerte!
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