Son las 15:30 horas del día 1 de febrero de 2012….a mi derecha una cama con mi hermana….a mi izquierda una enferma desconocida hasta hace 6 días……hoy casi una amiga.
En los hospitales todo el mundo respira dolor, pero las vivencias durante dias de ingreso entre pacientes y familiares pueden volverse un nexo de unión muy fuerte.
Tras 9 horas hospitalarias, salgo a la calle cansada y algo triste….pero levanto la mirada y veo que hace un día precioso…..la vida sigue, afortunadamente, y mañana tocarán horas de trabajo y horas de añoranza por los tiempos pasados mejores…
En cualquier caso nadie puede negarme que el sol volverá a salir.
Me gusta mucho tu reflexión. El sol sale todos los días, es verdad, es cuestión del ánimo y de lo que nos depare el destino, el que lo veamos o no.
¡Mucha fuerza para las dos!
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Las enseñanzas que deja un hospital, para el que está internado como para los acompañantes, pueden ser únicas, en muchos casos dolorosas, por todo lo que se ve sufrir y se sufre.
Ánimo, mañana es otro día.
Un abrazo.
Hasta pronto..
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Buenos días,los hospitales no nos gustan a nadie,pero a veces tenemos que estar en ellos,como pacientes,acompañantes,de visita.Pienso que el tiempo que se está en los hospitales,te ayuda a reflexionar y pensar en muchas cosas.Deseo que tu hermana mejore pronto y no sea algo serio,nunca olvides que estamos aquí para lo que necesites,y el sol sale todos los días aunque a veces nos cueste verlo.Besos.
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