(Aquí va el relato escrito. Si no te importa oírme son 6 minutos y medio)
Una mañana al sonar, parar el despertador tiré sin querer algo de la mesilla de noche. Eso sólo podía suceder si estaba fuera de su sitio la libreta en la que escribía po la noche lo que se me ocurría en sueños.
Desde hace 20 años tengo siempre una libreta con un boli en la mesita de noche. Hubo unos años que la reemplace por la grabadora del móvil, pero no era igual y volví a lo manual.
Me acostumbró a hacerlo una conocida muy querida que ahora está enferma. Alma era y es lo que en el siglo XXI se llamaría coach, entrenadora personal, templadora de personalidades potentes y pasionales como la mía. o propiamente dicho una psicóloga, o mi simplemente mi Dra. del Alma:
He leído lo escrito. Madrid río. Y releído.
Me he quedado igual. Sueño mucho y suelo recordarlo, suelo hacerlo con el día a día en tiempo presente, con algo que me ha pasado o preocupa. A veces sueños felices, últimamente siempre se convierten en tristes pesadillas.
Lo escrito esa noche obvio que estaba en mi vida, pues vivo a escasos 50 metros. La obra faraónica de la M-30 de Madrid pasó con los años tener Madrid río. Zonas verdes, con juegos, pistas de patinaje tirolina para niños ,carril bici y todo en un tramo de unos seis u ocho kilómetros en las dos orillas del Manzanares.
Me preparé ese día mi café con leche mientras mi gata Yuna maullaba pidiéndome como si no hubiera un mañana su desayuno.
Así durante esa mañana y los días siguientes pensé por qué habría escrito eso, pues siempre encuentro fácil la relación con algo que acabo de pensar al dormirme.
Alma. Solo sé que me dormí con los cascos haciendo la relajación que en una triste casete antigua y desgastada tengo grabada como un tesoro su voz haciendo durante 27 minutos una relajación. “Nos relajamos, estamos cómodas, empezamos sintiendo y centrándonos en los ojos. Los cerramos y apretamos fuerte….” . Así recordándola y así me dormí.
Ok. De acuerdo. ¿y? ¿Alma? / ¿Madrid Río?
Claro. Había estado torpe yo que me las daba de experta atando cabos. ¡Cómo no lo había pensado! Su familia me dijo que dada la rápida evolución de la enfermedad era mejor no ir a verla.
No por mi. No por ella. Para los que como yo no sabemos, una afectación en el área de Broca del cerebro si produce una afasia del lenguaje…. no usas lenguaje para transmitir. Perdida de la capacidad de comunicarte, articular frases, palabras, escribir… utilizar el lenguaje. Transmitir. Cuando me enteré no quise saber mas. Alma tiene un año más que yo. Su profesión, su vida, orientar y escuchar, tomar notas y expresar con su lenguaje para ayudar.
La vida le había regalado esa barbaridad a una de las personas mas generosas que he conocido.
Ella hace unos años me comentó que se había vuelto asidua de esa zona nueva de Madrid y que le gustaba como a mi, ir a observar a la gente. Reímos pensando si alguna vez nos encontraríamos.
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Su familia la ultima vez que pregunte cómo iba, solo me dijeron que le duro ver y sentir a gente y no poder comunicar. Seguía haciendo lo que más le gustaba y la enfermedad le dejaba. Pasear y observar…pero ya se escapaban cosas.
Es domingo. Llevo dos meses haciendo los 5 km de la vereda derecha del río y de la izquierda. Sólo paseo despacio y miro, como pájaro que busca presa y yo busco la melena en coleta siempre castaña clara de la Dra. Alma.
Será algún día. Aún no ha ocurrido. Pero rezo porque habrá algún día que la veré a lo lejos y sé, porque estoy preparada para ello, cómo será.
Yo la veré y me acercaré despacio y de frente, para que me vayas viendo… para no asustarte y sé que mirándote a los ojos veré enseguida esa mirada que tengo clavada de 25 años de vida y sesiones. Esa mirada que sabía mi ánimo con verme, que desprendía dulzura y que me daba seguridad, que todo podría ir a mejor sólo con verla.
Por eso sé que ella no lo pasará mal por el encuentro. No sufrirá por no poder expresar, porque yo seguiré avanzando a paso lento y seguro y se que en fondo de sus ojos estará ella, diciendo que sabe perfectamente quien soy aun cuando no lo pronuncié y así será y yo la abrazaré.
FIN.
(Aunque con anterioridad había puesto relatos con audio, le debo las gracias a un blog recien descubierto por mi, que con un post me recordó la “magia de intentar CONTAR con tu propia voz). Gracias Juaco.
https://juacostringa.wordpress.com
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